lunes, 17 de agosto de 2009

El cerebro no es una máquina.
El hombre a medida que inventa herramientas que le ayudan en sus actividades ha aumentado el poder de sus extremidades, se ha convertido en superhombre. Así una pala mecánica prolonga el poder de su brazo y levanta toneladas, un automóvil lo hace moverse más rápido.
En su afán de facilitar sus tareas intelectuales de cálculo matemático, inventó las computadoras electrónicas, que facilitan el el procesamiento de la información.
Por esta razón, dichas máquinas, en cuanto a funcionamiento, son análogas al cerebro humano.
Los ingenieros en cibernética han imitado el comportamiento y estructura del cerebro en las computadoras electrónicas, ya que éstas tambien tienen memoria, analizan, sintetizan, hacen razonamientos lógicos de teoremas, forman conceptos,
etcetera; simulan los procesos que ocurren dentro del cerebro humano.
Así, el sistema nervioso al ser estudiado por la cibernética parece que sigue las leyes y principios de esta ciencia, mostrando una analogía aparente entre las computadoras y el cerebro. De tal modo que, a la luz de la teoría de la cibernética,
el sistema nervioso se caracteriza como un sistema de información y de dirección.

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